Cospedal negoció en febrero pagar un finiquito a Bárcenas

Un SMS del ex tesorero a su intermediario con el Gobierno, Mauricio Casals, contradice lo que declaró la secretaria general tanto en público como ante el juez Ruz

El mismo 12 de febrero en que Bárcenas envió el SMS, sus abogados se reunieron con el representante legal de Cospedal para la «resolución contrato»

Bárcenas y su esposa fueron informados de que Alberto Durán ofrecía en nombre del PP medio millón parapoder resolver la relaciónlaboral pactada en 2010

El SMS tambiénponeen cuestión el testimonio de Arenas ante Ruz y el relato de Rajoy en el Congreso sobre sureacción tras la aparición de las cuentas en Suiza

La secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, sabía que Luis Bárcenas no había pactado una «indemnización fraccionada», sino un contrato que ella misma negoció resolver en febrero de 2013; y el vicesecretario Javier Arenas sí trató de asuntos económicos con el ex tesorero en nombre de Mariano Rajoy en una reunión en diciembre de 2012, según se desprende de nuevos SMS enviados desde el teléfono de Bárcenas a los que EL MUNDO ha tenido acceso. Los mensajes cuestionan el contenido y, sobre todo, el sentido de las declaraciones que prestaron ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz esos dos dirigentes de la formación en el Gobierno.

El interlocutor del ex responsable de las finanzas del PP es en esta ocasión el influyente Mauricio Casals, el hombre fuerte del Grupo Planeta en Madrid, amigo personal de Rajoy y del ministro Jorge Fernández, presidente-editor del diario La Razón y consejero adjunto al presidente de Atresmedia (Antena 3).

Según fuentes próximas a Luis Bárcenas, Mauricio Casals habría actuado como mediador entre el ex tesorero y el PP, y también con destacados miembros del Gobierno, con la anuencia de su presidente. Los contactos periódicos entre ambos, en persona y por teléfono, se habrían prolongado entre marzo de 2012 –poco después de que Bárcenas fuese reimputado– y abril de 2013, afirman las mismos fuentes. Los SMS que conoce este periódico atestiguarían esa relación.

El 12 de febrero de 2012, a las 19.57 horas en España, casi un mes después de que se conociesen públicamente sus cuentas millonarias en Suiza, Bárcenas envió un mensaje de texto a Casals desde Vancouver (Canadá), adonde había volado para practicar el esquí, viaje del que regresó haciendo aquella legendaria peineta a la prensa. El SMS empieza así: «Mauricio, me llama mi abogado para decirme que mañana sale que sigo cobrando sueldo del partido».

Efectivamente, el diario El País publicó en su edición impresa del 13 de febrero una información bajo el título El PP pagó a Bárcenas una cantidad fija al mes hasta diciembre de 2012, citando fuentes del partido y la confirmación de un «portavoz de la dirección». La noticia relataba que en abril de 2010 se pactó con el ex tesorero el pago de un «finiquito prorrateado» de 400.000 euros hasta diciembre de 2012, incluyendo las cuotas a la Seguridad Social, en la línea de lo que declaró Cospedal en la Audiencia Nacional el pasado 14 de agosto.

«Es evidente que el problema lo tiene Génova. Yo le ofrecí a Mariano a través de Javier que hiciésemos el finiquito en diciembre», continúa el SMS a Casals. Esa precisión encaja en la narración que hizo Bárcenas al juez Ruz acerca de una reunión con Javier Arenas en el restaurante Oriza de Sevilla el 14 de diciembre de 2012. En la declaración que prestó tras ser encarcelado, la misma en la que confesó la contabilidad B del Partido Popular, el ex tesorero aseguró que, en ese almuerzo, le trasladó a Arenas que «tenía dos cuentas en Suiza con los saldos aproximados» y que «era cuestión de tiempo que llegase la información», por lo que entendía «que lo mejor era resolver» su «relación laboral con el partido».

Según ese relato, Arenas «quedó en que ese tema se lo iba a trasladar al presidente del partido y se lo trasladó en una reunión en Moncloa», en la que habría estado también María Dolores de Cospedal, a la que le pareció «una idea estupenda». El vicesecretario habría respondido días después a Bárcenas que, sin embargo, Rajoy decidió que, ya que se había acogido a la regularización fiscal y había dedicado 30 años de su vida al partido, la situación del ex tesorero seguiría «tal y como estaba».

La versión de Arenas en su declaración ante el juez Ruz, cuestionada ahora por el SMS, es opuesta. En su comparecencia en la Audiencia Nacional del pasado 13 de agosto, y a falta de conocer la transcripción literal del interrogatorio, admitió esa comida con Bárcenas –se la había negado a este periódico–, pero, según fuentes jurídicas de acusaciones y defensas, rechazó que hubiesen hablado de su finiquito o de cuentas en Suiza, igual que negó haber actuado como intermediario entre el ex tesorero y la dirección del PP. Aquel almuerzo, dijo, fue sólo consecuencia de una relación de «amistad», de una «relación humana».

El mensaje de texto de Bárcenas a Casals entra a continuación en su fase más relevante: «El abogado de Cospedal pretende que le firme un finiquito predatado a día de hoy. He dicho que sí siempre y cuando ingresen la cantidad que me corresponde ya». Este diario ha tenido acceso a otro documento que refuerza la veracidad del SMS y termina de explicar su contenido: la minuta de honorarios que pasó por sus servicios el despacho del catedrático Miguel Bajo y del letrado Alfonso Trallero.

En el momento en el que Luis Bárcenas le escribía ese mensaje a Mauricio Casals, el 12 de febrero de 2013, se estaba produciendo una reunión entre Trallero y «el Sr. D.». Se trataría de Alberto Durán, jefe de los servicios jurídicos del PP y, por tanto, «el abogado de Cospedal». La cita comenzó, según la minuta, a las 19.15 horas y tenía un objeto muy elocuente: «Resolución contrato».

Esto es: todo indica que la secretaria general del PP era consciente cuando declaró ante el juez de que lo que se pactó entre Rajoy –así lo dio a entender– y Bárcenas en 2010 para aparentar la salida de éste del partido no fue una «indemnización fraccionada» hasta finales de 2012, como dijo Cospedal, sino un «contrato» en toda regla que, además, seguía vigente a principios de 2013 y ella negoció resolver a través del abogado del PP. En esa comparecencia, la número dos insistió de forma reiterada en desmarcarse de los acuerdos económicos alcanzados con el ex tesorero y en descargarlos en el presidente y en Javier Arenas. Los hechos concuerdan mucho mejor con la versión que ofreció Bárcenas como imputado ante Ruz: aseguró que Rajoy se comprometió con él en presencia de Arenas a que siguiese cobrando su sueldo «sine die».

La minuta recoge asimismo cómo, durante la reunión, Trallero habla con Rosalía Iglesias y con Luis Bárcenas «para trasladar su posición» acerca del acuerdo que se estaba fraguando. Tras salir de ese encuentro, el abogado del ex tesorero aún intercambió entre las 20.30 y las 20.45 varias llamadas: «Con el Sr. Bárcenas, sobre noticias que van a aparecer en prensa mañana», en presumible referencia a la información de El País; «con el Sr. D., sobre comunicado que van a emitir», en probable alusión a una nota que emitió el PP al día siguiente, en la que afirmaba que el ex tesorero pactó con el partido una indemnización «en diferido» tras dejar su acta de senador en 2010, y cuyo contenido ya fue desmentido por la nómina y el alta en la Seguridad Social de Luis Bárcenas que publicó este periódico; «de nuevo con el Sr. Bárcenas, sobre dato facilitado por el Sr. D.», y «de nuevo con el Sr. D., sobre respuesta del Sr. Bárcenas».

Fuentes próximas al ex tesorero aseguran que, en esas llamadas, Trallero le trasladó una oferta del PP para firmar un finiquito predatado con fecha de abril de 2010 –lo que habría representado una ilegalidad manifiesta– y una indemnización de alrededor de 500.000 euros, que coincide con la que le habría correspondido de haber sido despedido entonces. Bárcenas se negó a aceptar si no se le pagaban los 900.000 euros netos a los que entiende que tiene derecho ahora.

Precisamente la falta de acuerdo en esa negociación de febrero fue lo que provocó que Bárcenas presentase una demanda por despido improcedente ante los juzgados de lo Social, que se ventilará en un juicio a celebrar en julio de 2014.

«Pago en diferido»

El 25 de febrero de 2013, trece días después de que su abogado se reuniera con el de Bárcenas para resolver el contrato laboral vigente de éste con el partido, Cospedal compareció ante la prensa para explicar que el PP había roto cualquier vínculo con su ex tesorero en abril de 2010 tras pactar el «pago en diferido de una indemnización en forma de retribución».

El resto del SMS es muy sugestivo acerca de cómo empezaban a romperse los lazos entre el PP y su ex tesorero 27 días después de que se difundieran sus cuentas suizas, 24 de que se conocieran los sobresueldos y 12 de que se publicaran sus papeles –«he añadido que, si esto es la guerra, lo va a ser para todos»– y de las expectativas que tenía Bárcenas en la capacidad de interlocución de Mauricio Casals: «Sería bueno que lo traslades mientras tenga solución. Abrazo. Luis».

La comunicación concluye, no obstante, con una severa advertencia del protagonista de una de las mayores crisis políticas de la democracia, que denota asimismo su decepción con la ruptura de los compromisos en los que él parecía dispuesto a asumir su parte: «Si no se arregla a mi vuelta, soy yo el que presenta una denuncia en Fiscalía Anticorrupción. Perdona, pero se han vuelto locos y parece que de nada sirve comportarse como un caballero», escribe Bárcenas.